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Categoría:Cuentos El cuento de "Rumpelstiltskin" es uno de los relatos más conocidos de la tradición oral alemana, recopilado y popularizado por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, quienes publicaron la primera versión en 1812 dentro de su colección Cuentos para la infancia y el hogar (Kinder- und Hausmärchen). Su historia ha tenido múltiples adaptaciones en obras de teatro, televisión, cine e incluso series animadas. En el cine moderno, personajes inspirados en Rumpelstiltskin aparecen en películas como Shrek o la serie Once Upon a Time, lo que demuestra su vigencia cultural. Hasta la fecha existen más de 30 versiones oficiales del cuento en diferentes idiomas y formatos. Datos interesantes
Breve descripción de la historia
Descripción de los personajes principales
Rumpelstiltskin Había una vez un molinero pobre que deseaba con todas sus fuerzas mejorar su suerte. Un día, mientras charlaba en la plaza del mercado, se encontró con algunos cortesanos del rey. Para impresionarles, les dijo en voz alta: —Mi hija es tan habilidosa que puede hilar paja y convertirla en oro. Los cortesanos se rieron, pero pronto informaron al rey sobre aquella increíble afirmación. El monarca, avaro y siempre ávido de riqueza, ordenó que trajeran a la hija del molinero al castillo. Cuando la joven llegó, fue llevada a una enorme habitación repleta de paja y equipada con una rueca. —Si para mañana al amanecer no has convertido toda esta paja en oro —le dijo el rey— morirás. La joven, desconsolada, se sentó junto a la rueca. No sabía qué hacer, pues nunca había hilado ni una hebra de oro en su vida. Mientras lloraba amargamente, de repente se abrió la puerta y entró un pequeño hombrecito de aspecto extraño, con un sombrero puntiagudo y unos ojos brillantes. —Buenas noches, jovencita. ¿Por qué lloras tan desconsolada? —preguntó con voz aguda. —Debo hilar toda esta paja en oro y no sé cómo hacerlo —sollozó ella. El hombrecito sonrió con picardía. —¿Qué me darás si lo hago por ti? La joven pensó y respondió: —Mi collar. El hombrecito tomó el collar, se sentó ante la rueca y, con sorprendente rapidez, hiló toda la paja en hebras de oro brillante. Al amanecer, la sala resplandecía de oro, y el rey entró maravillado. Pero su codicia no se sació. Llevó a la joven a una habitación aún más grande llena de paja. —Hilala esta noche —ordenó— y serás libre. Desesperada, la joven lloró de nuevo. El extraño hombrecito regresó. —¿Qué me darás esta vez si hilo la paja en oro? —Mi anillo —respondió. El hombrecito aceptó el anillo y trabajó toda la noche. Al amanecer, la sala estaba repleta de oro. El rey aún no estaba satisfecho. Llevó a la joven a una tercera sala, más grande que las anteriores, y le dijo: —Si consigues hilar esta paja en oro, me casaré contigo. Esa noche, el hombrecito volvió. —No me queda nada para darte —dijo la joven desesperada. El extraño sonrió con malicia. —Prométeme que me darás tu primer hijo cuando seas reina. La muchacha, temiendo por su vida, aceptó. Él hiló la paja y el rey, feliz, cumplió su promesa: la convirtió en reina. Al pasar un año, la reina dio a luz a un hermoso niño y había olvidado por completo su promesa. Pero una noche, el hombrecito apareció en su habitación: —Dame lo que me prometiste. La reina se horrorizó y le ofreció todas las riquezas del reino a cambio de su hijo, pero él se negó. —Sólo hay una forma de salvarlo —dijo—. Si descubres mi nombre en tres días, podrás quedarte con el niño. La reina envió mensajeros por todo el reino para averiguar nombres extraños. La primera noche, le mencionó todos los nombres comunes que pudo pensar: —¿Te llamas Kaspar? ¿Melchor? ¿Balthasar? —¡No! —respondía el hombrecito riendo. La segunda noche le dijo: —¿Quizá te llamas Bandylegs? ¿Sheepshanks? ¿Legstrong? El hombrecito rió aún más fuerte: —¡No, no, no! El tercer día, un mensajero llegó con noticias extrañas: —En el bosque vi a un pequeño hombrecito que cantaba junto al fuego: "Hoy cocino, mañana horneo, pronto traeré al niño del rey; nadie sabe, nadie sabrá que Rumpelstiltskin me llamará." La reina sonrió. Cuando el hombrecito regresó, fingió ignorancia: —¿Te llamas Conrad? —preguntó. —No. —¿Te llamas Heinrich? —No. —¡Entonces tu nombre es Rumpelstiltskin! El hombrecito gritó furioso: —¡El diablo te lo ha contado! —y pisoteó tan fuerte el suelo que se abrió una grieta y desapareció para siempre. Así la reina salvó a su hijo y vivió feliz con él para siempre. Preguntas de comprensión lectora
Respuestas a las preguntas de comprensión lectora
Reflexión Leer este cuento es una aventura de magia, peligro y astucia. Nos recuerda que las promesas tienen consecuencias y que la inteligencia puede vencer a la fuerza y la maldad. Al final, la reina no necesitó de magia para salvar a su hijo, sino de ingenio y valor. Análisis de la moraleja La historia enseña que no debemos hacer promesas a la ligera, especialmente cuando no sabemos sus consecuencias. También muestra que la astucia y la investigación son armas poderosas para resolver problemas aparentemente imposibles. Además, alerta sobre los peligros de la codicia y la mentira, representados tanto en el rey como en el molinero. Preguntas para reflexionar
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