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Categoría: Fabulas El león y el ratón es una de las fábulas más reconocidas de la tradición clásica y forma parte de la extensa colección de relatos atribuidos a Esopo, un fabulista de la Antigua Grecia que vivió entre los siglos VII y VI a. C. Esopo es considerado el padre de la fábula como género literario, caracterizado por narraciones breves protagonizadas por animales con características humanas, cuyo objetivo es transmitir una enseñanza moral o lección de vida. La fábula de El león y el ratón ha trascendido los siglos por su sencillez y profundo mensaje: la importancia de la humildad, la compasión y la idea de que incluso los más pequeños pueden ayudar a los más poderosos. Datos interesantes
Descripción breve de la historia Introducción: Un león dormía tranquilamente en la selva cuando un ratoncito, sin querer, pasó corriendo sobre su cuerpo. El león se despertó furioso y atrapó al ratón con su garra. Nudo: El ratón, temblando de miedo, suplicó por su vida y prometió que algún día podría devolverle el favor. El león, divertido ante la idea, decidió dejarlo libre. Desenlace: Tiempo después, el león fue atrapado en una red tendida por unos cazadores. Rugía con fuerza tratando de liberarse. Al oírlo, el ratón acudió rápidamente, y con sus pequeños dientes, logró roer las cuerdas de la red, liberando al león. Personajes principales
El león y el ratón Érase una vez, en las profundidades de la selva, un león majestuoso dormía bajo la sombra fresca de un árbol. El calor del mediodía pesaba sobre la tierra y el viento apenas movía las hojas. El león, rey de todos los animales, descansaba plácidamente, ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor. Muy cerca de allí, un pequeño ratón buscaba alimento. Curioso e inquieto, se movía entre las raíces, husmeando. De repente, al ver la enorme silueta del león, sintió una mezcla de temor y asombro. Pero su naturaleza juguetona lo llevó a acercarse más de la cuenta. Subió sobre la enorme garra del león y corrió a través de su lomo. De pronto, el león despertó con un gruñido potente. Con un movimiento rápido atrapó al ratón bajo su pesada zarpa. El pequeño roedor, aterrorizado, empezó a temblar. —¡Por favor, majestad! —gritó el ratón con voz aguda—. ¡Perdóname la vida! No fue mi intención molestarte. Si me dejas libre, te lo agradeceré siempre y tal vez, algún día, pueda ayudarte. El león soltó una carcajada. ¿Cómo podría un ratón ayudar al rey de la selva? Pero algo en aquella petición lo conmovió. Tal vez la valentía del ratón, o su voz temblorosa. Finalmente, levantó la pata y lo dejó libre. —Corre y no vuelvas a molestarme —rugió, y volvió a cerrar los ojos. Pasaron los días, y el león continuó su vida de cazador imponente. Un día, mientras perseguía a una presa, cayó en una trampa de cazadores. Una red fuerte y apretada se cerró sobre su cuerpo. Rugió con furia, tratando de liberarse. Luchó, giró, pateó, pero la red era resistente y lo mantenía inmovilizado. Sus rugidos de auxilio se escucharon a lo lejos. Y entre la maleza, alguien prestó atención. Era el ratón, que al reconocer la voz del león, corrió sin dudar. Cuando llegó, el león lo miró con sorpresa. —¡Pequeño amigo! —dijo con voz ronca—. Parece que tú eres ahora quien puede ayudarme. El ratón no perdió tiempo. Con sus pequeños pero afilados dientes, comenzó a roer las cuerdas de la red con gran rapidez y determinación. Cuerda tras cuerda, fue liberando al león, hasta que este logró salir. —Te lo dije —dijo el ratón con una sonrisa—. Los más pequeños también podemos hacer grandes cosas. Desde ese día, el león y el ratón fueron amigos inseparables. Y el león nunca volvió a subestimar a nadie por su tamaño. Preguntas de comprensión lectora
Respuestas a las preguntas de comprensión lectora
Reflexión final Leer El león y el ratón es adentrarse en un mundo donde la grandeza no se mide por el tamaño ni la fuerza, sino por las acciones. Es una historia que, aunque sencilla, nos invita a pensar en la forma en que tratamos a los demás, especialmente a aquellos que consideramos "débiles" o "insignificantes". La moraleja nos recuerda que nadie es tan pequeño como para no poder ayudar ni tan grande como para no necesitar ayuda. A veces, subestimamos la capacidad de los demás sin darnos cuenta de que todos tenemos un valor único. Esta fábula también habla de la importancia de la gratitud, la humildad y la empatía. Preguntas para reflexionar
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