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Categoría: Poemas La soledad es una emoción humana universal y profundamente analizada por la poesía. A continuación, presento cinco poemas breves que exploran este tema desde distintas perspectivas: melancolía, introspección, aceptación e incluso claridad emocional. He seleccionado versos populares y concisos que resuenan intensamente con quienes buscan expresar o comprender esos momentos de aislamiento interno. "Solo" - Oliverio Girondo *Solo, con mi esqueleto, mi sombra, mis arterias, como un sapo en su cueva, asomado al verano, entre miles de insectos que saltan, retroceden, se atropellan, fallecen; en una delirante actividad sin rumbo, inútil, arbitraria, febril, idéntica a la fiebre que sufren las ciudades.* *Solo, con la ventana abierta a las estrellas, entre árboles y muebles que ignoran mi existencia, sin deseos de irme, ni ganas de quedarme a vivir otras noches, aquí, o en otra parte, con el mismo esqueleto, y las mismas arterias, como un sapo en su cueva circundado de insectos.* Análisis El hablante convive con su propia corporalidad y el “caos” externo – la ciudad comparada con insectos febriles–, intensificando una soledad metafísica. El contraste entre el sapo estático y el bullicio alrededor refuerza la alienación. El ritmo pausado evoca un estar detenido frente a la vida urbana. Autor: Oliverio Girondo (1891–1967, Argentina) Voz y tono: Primera persona; tono introspectivo, casi existencial. Recursos: Imagen surrealista (“sapo en su cueva”), metáforas de jaula, sinestesia (“fiebre de las ciudades”). Estructura: Dos estrofas libres, sin métrica estricta, narrativa poética fluida. “A la soledad” – John Keats ¡Oh, Soledad! Si contigo debo vivir, Que no sea en el desordenado sufrir De turbias y sombrías moradas, Subamos juntos la escalera empinada; Observatorio de la naturaleza, Contemplando del valle su delicadeza, Sus floridas laderas, Su río cristalino corriendo; Permitid que vigile, soñoliento, Bajo el tejado de verdes ramas, Donde los ciervos pasan como ráfajas, Agitando a las abejas en sus campanas. Pero, aunque con placer imagino Estas dulces escenas contigo, El suave conversar de una mente, Cuyas palabras son imágenes inocentes, Es el placer de mi alma; y sin duda debe ser El mayor gozo de la humanidad, Soñar que tu raza pueda sufrir Por dos espíritus que juntos deciden huir. Análisis Keats consuela la soledad a través de la naturaleza: un refugio frente a “moradas sombrías”. Su ideal romántico invita a compartirla con una mente afín, transformándola de carga a unión poética. La dicotomía naturaleza/interacción ilumina el conflicto central. Autor: John Keats (1795–1821, Reino Unido) Voz y tono: Primera persona; tono reflexivo y melancólico. Recursos: Personificación de la soledad, imágenes naturales (“valle”, “ciervos”), paralelismo. Estructura: Octava y sextina (14 versos); típico de la tradición italiana. “Soledad” – Rosalía de Castro Un manso río, una vereda estrecha, un campo solitario y un pinar, y el viejo puente rústico y sencillo completando tan grata soledad. ¿Qué es soledad? Para llenar el mundo basta a veces un solo pensamiento. Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras el puente, el río y el pinar desiertos. No son nube ni flor los que enamoran; eres tú, corazón, triste o dichoso, ya del dolor y del placer el árbitro, quien seca el mar y hace habitable el polo Análisis La poeta plantea que la soledad no es solo el entorno, sino el estado emocional: “para llenar el mundo basta un solo pensamiento”. Contrasta paisaje halo con vacío interior. La métrica y musicalidad tradicional acompañan la idea dual. Autor: Rosalía de Castro (1837–1885, España) Voz y tono: Poético reflexivo; tono íntimo y melancólico. Recursos: Personificación del paisaje, contrastes subjetivos, metáforas del pensamiento. Estructura: Tres cuartetos octosílabos, rima consonante. “Tristitia” – Abraham Valdelomar Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola, se deslizó en la paz de una aldea lejana, entre el manso rumor con que muere una ola y el tañer doloroso de una vieja campana. Dábame el mar la nota de su melancolía; el cielo, la serena quietud de su belleza; los besos de mi madre, una dulce alegría, y la muerte del sol, una vaga tristeza. En la mañana azul, al despertar, sentía el canto de las olas como una melodía y luego el soplo denso, perfumado, del mar, y lo que él me dijera, aún en mi alma persiste; mi padre era callado y mi madre era triste y la alegría nadie me la supo enseñar. Análisis Evoca una infancia solitaria ligada a la naturaleza costera. La dualidad “dulce/triste” enmarca la propia introspección, acentuada por la ausencia emocional familiar. El soneto refuerza formalidad y contenimiento en la expresividad. Autor: Abraham Valdelomar (1888–1919, Perú) Voz y tono: Primera persona; tono nostálgico y melancólico. Recursos: Soneto clásico, metáforas del mar, sinestesia emocional. Estructura: Soneto (14 versos endecasílabos con rima); ABBA ABBA / CDE CDE. “El gato en un piso vacío” – Wisława Szymborska Morir, eso no se le hace a un gato. Porque qué puede hacer un gato en un piso vacío. Trepar por las paredes. Restregarse entre los muebles. Parece que nada ha cambiado y, sin embargo, ha cambiado. Que nada se ha movido, pero está descolocado. Y por la noche la lámpara ya no se enciende. Se oyen pasos en la escalera, pero no son ésos. La mano que pone el pescado en el plato tampoco es aquella que lo ponía. Hay algo aquí que no empieza a la hora de siempre. Hay algo que no ocurre como debería. Aquí había alguien que estaba y estaba, que de repente se fue e insistentemente no está. Se ha buscado en todos los armarios. Se ha recorrido la estantería. Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado. Incluso se ha roto la prohibición y se han desparramado los papeles. Qué más se puede hacer. Dormir y esperar. Ya verá cuando regrese, ya verá cuando aparezca. Se va a enterar de que eso no se le puede hacer a un gato. Irá hacia él como si no quisiera, despacito, con las patas muy ofendidas. Y nada de saltos ni maullidos al principio. Análisis Desde una mirada no humana, la soledad se vuelve presencia palpable en lo cotidiano. Cada objeto refleja un vacío emocional. La brevedad y simplicidad cargan de resonancia la pérdida Autora: Wisława Szymborska (1923–2012, Polonia) Voz y tono: Tercera persona reflexiva; tono mínimo, silencioso. Recursos: Personificación del gato, imágenes cotidianas, implicación existencial. Estructura: Verso libre breve, con impacto narrativo potente. Conclusión Estos cinco poemas, aunque breves, ofrecen múltiples facetas de la soledad. Desde el aislamiento físico y existencial de Girondo, hasta el refugio romántico de Keats, la introspección emocional de Castro, la memoria nostálgica de Valdelomar y la vacía cotidianeidad de Szymborska, podemos encontrar consuelo, reflexión y compañía en la poesía. Cada voz poética revela que la soledad, paradójicamente, conecta profundamente con nuestra humanidad. Glosario
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