5 poemas sobre el tiempo

Categoría: Poemas

​El tiempo es una de las obsesiones más antiguas de la poesía. Imposible de detener, fugaz y misterioso, ha sido fuente de reflexión para grandes poetas de todas las épocas. Ya sea como símbolo de transformación, memoria, pérdida o eternidad, el tiempo aparece en la poesía como una presencia inevitable que nos confronta con nuestra existencia.

​En este artículo, exploramos cinco poemas breves pero profundamente significativos que giran en torno a esta temática universal. Cada uno ofrece una perspectiva única sobre cómo sentimos, vivimos y entendemos el tiempo.

​1. "Reloj"  del libro Las flores del mal (1857) — Charles Baudelaire

¡Reloj! ¡Divinidad siniestra, horrible, impasible,
Cuyo dedo nos amenaza y nos dice: ¡Recuerda!
Los vibrantes Dolores en tu corazón lleno de terror
Se plantarán pronto como en un blanco;

El Placer vaporoso huirá hacia el horizonte
Tal como una sílfide hacia el fondo del pasillo;
Cada instante te devora un trozo de la delicia
Acordada a cada hombre para toda su estancia.

Tres mil seiscientas veces por hora, el Segundero
Murmura: ¡Recuerda! —Rápido, con su voz
De insecto, Ahora dice: ¡Yo soy Antaño,
Y yo he bombeado tu vida con mi trompa inmunda!

¡Remember! ¡Recuerda! pródigo Esto memorl
(Mi garganta de metal habla todas las lenguas.)
¡Los minutos, muerte juguetona, son gangas
Que no hay que dejar sin extraer el oro!

¡Recuerda! que el Tiempo es un jugador ávido
Que gana sin trampear, ¡en todo golpe! es la ley.
El día declina; la noche aumenta: ¡recuerda!
El abismo tiene siempre sed; la clepsidra se vacía.
​
Luego sonará la hora en que el Divino Azar,
Donde la augusta Virtud, tu esposa todavía virgen,
Donde el Arrepentimiento mismo (¡oh, el postrer refugio!)
Donde todo te dirá: ¡Muere, viejo flojo! ¡es muy tarde!"

​Autor: Charles Baudelaire
​Voz poética: Reflexiva, condenatoria, se dirige al lector o a sí mismo.​
​​Tema: El tiempo como fuerza destructiva e inevitable.
​​Tono: Oscuro, urgente, moralizante.

​Recursos:

• Personificación del tiempo y del reloj.
• Anáfora: “¡Recuerda!”
• Metáforas (“el tiempo es un jugador”, “la clepsidra se vacía”).

​Estructura: Verso libre, con bloques temáticos.

​Idea central: Cada instante nos consume; si no actuamos, el tiempo vencerá.

​2. "Instantes" — Jorge Luis Borges (atribuido)

​Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
​
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.

​Autor: Atribuido a Jorge Luis Borges, aunque su autoría es discutida.
​​Voz poética: Reflexiva, desde la experiencia.
​​Tono: Nostálgico, confesional.
​​Recursos: Enumeración, paralelismo, tono conversacional.
​​Estructura: Prosa poética.

​Análisis:

​Este poema apócrifo ha circulado ampliamente por su mensaje poderoso sobre aprovechar el tiempo sin temor a equivocarse. La voz poética ofrece una reflexión desde la vejez, lamentando una vida vivida con demasiada rigidez. La idea central gira en torno al arrepentimiento por no haber disfrutado más el presente. Aunque su estructura se aleja del verso tradicional, la musicalidad y profundidad del lenguaje le otorgan valor poético.

​3. "En paz" — Amado Nervo

​Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
​
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

​Autor: Amado Nervo (México, 1870–1919)
​​Voz poética: Serena, reconciliada.
​Tono: Agradecido, contemplativo.
​​Recursos: Paralelismo, anáfora ("ni... ni..."), metáfora del ocaso como fin de la vida.
​​Estructura: Endecasílabos con rima consonante en forma de tercetos.

​Análisis:

​Nervo habla desde el final de su existencia, en paz con el paso del tiempo. Lejos de lamentarse, agradece incluso los momentos difíciles, viendo en ellos lecciones o parte de un destino justo. El poema refleja una aceptación sabia del tiempo y sus consecuencias. La estructura clásica refuerza la solemnidad del mensaje, con una voz poética madura y serena.

​4. "Entre lo que veo y digo…" — Octavio Paz

​Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.

​Autor: Octavio Paz (México, 1914–1998)
​Voz poética: Abstracción introspectiva.
​Tono: Filosófico, inquietante.
​​Recursos: Paralelismo, anáfora ("entre lo que..."), elipsis, polisemia.
​​Estructura: Verso libre con encabalgamientos.

​Análisis:

​El poema construye una secuencia de intervalos, que evocan el paso imperceptible del tiempo en la conciencia humana. La voz lírica se sitúa en el umbral entre acción y pensamiento, entre presencia y ausencia. Paz propone una mirada al tiempo no lineal, sino fragmentada y simbólica. La repetición estructural da forma a la idea de ciclos, silencios y transiciones mentales que fluyen como el tiempo mismo.

​5. "Yo no soy yo" — Juan Ramón Jiménez

Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo,
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera…

​Autor: Juan Ramón Jiménez (España, 1881–1958)
​​Voz poética: Fragmentada, dual.
​Tono: Introspectivo, enigmático.
​​Recursos: Paradoja, desdoblamiento del yo, anáfora.
​Estructura: Verso libre con ritmo pausado.

​Análisis:

​Este poema breve encierra una profunda reflexión sobre la identidad y el tiempo interior. La paradoja inicial "Yo no soy yo" abre un conflicto existencial que cuestiona la permanencia del yo en el tiempo. La voz lírica percibe un desdoblamiento del ser, una identidad que se desplaza, que cambia, que se olvida. Es un poema que habla del tiempo como transformación interna, invisible pero persistente.

​Conclusión

​Los poemas sobre el tiempo no solo nos hablan del paso de las horas o de la vejez, sino también de cómo sentimos el cambio, cómo lo resistimos o lo aceptamos. En esta selección, vemos diferentes formas de enfrentarlo: desde la súplica de detenerlo hasta la aceptación agradecida de sus lecciones. A través de recursos literarios como la metáfora, la anáfora o el paralelismo, los poetas logran cristalizar en palabras lo que parece inasible. El tiempo, en manos de la poesía, se vuelve imagen, emoción y reflexión.

​Glosario

• Anáfora: Repetición de una o varias palabras al comienzo de versos sucesivos.
• Clepsidra: Reloj de agua que mide el tiempo mediante el flujo controlado de agua entre uno o dos recipientes.
• Encabalgamiento: Cuando una oración continúa en el siguiente verso sin pausa.
• Paralelismo: Repetición de estructuras similares en versos distintos.
• Voz poética: El "yo" que habla en el poema, no siempre es el autor.
• Verso libre: Poema que no sigue métrica ni rima fija.
• Desdoblamiento del yo: Técnica en que el hablante lírico se observa a sí mismo como otro.
• Personificación – atribuir cualidades humanas a entidades inanimadas o abstractas. 
• Símil (comparación) – comparación explícita usando “como”, “cual”, etc.
• Hipérbole – exageración deliberada para enfatizar algo.
• Elipsis – omisión de palabras que se sobreentienden en el contexto.
• Polisemia – que una palabra tiene varios significados.
• Imagen (poética) – representación sensorial a través del lenguaje (visual, auditiva, etc.).
• Paradoja – idea aparentemente contradictoria que encierra una verdad.
• Síntesis (o síntesis semántica) – condensar ideas complejas en expresiones breves.