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Categoría: Poemas El dolor es uno de los temas recurrentes y más sentidos en la poesía: una experiencia universal que conecta con la esencia humana. Este artículo presenta cinco poemas cortos y muy buscados sobre el dolor, ofreciendo un análisis lírico y técnico para comprender por qué estas breves joyas literarias trascienden el tiempo. Poema 1 – Rima XXX (Gustavo Adolfo Bécquer) Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: «¿Por qué callé aquel día?» Y ella dirá: «¿Por qué no lloré yo?» Autor: Gustavo Adolfo Bécquer Voz hablante: yo lírico melancólico que reflexiona sobre un amor no manifestado. Tono: nostálgico y confesional. Recursos literarios: retrato, anáfora (“por qué…”), oxímoron emocional. Estructura y métrica: cuartetos endecasílabos con rima consonante (ABBA). Análisis: refleja el dolor del silencio, el remordimiento compartido y el fugarse de una oportunidad. El ritmo pausado acentúa el peso emocional. Poema 2 – Punto (Pablo Neruda) No hay espacio más ancho que el dolor, no hay universo como aquel que sangra. Autor: Pablo Neruda Voz: hablante lírico universalizando el dolor. Tono: desolado y rotundo. Figuras: hipérbole (“espacio más ancho”), metáfora (“universo que sangra”). Estructura: verso libre, dos líneas breves pero contundentes. Análisis: la imagen logra una elevación casi cósmica del sufrimiento, haciendo del dolor una dimensión vasta e íntima al mismo tiempo. Poema 3 – Dolor (Alfonsina Storni) Quisiera esta tarde divina de octubre pasear por la orilla lejana del mar; que la arena de oro, y las aguas verdes, y los cielos puros me vieran pasar. Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera, como una romana, para concordar con las grandes olas, y las rocas muertas y las anchas playas que ciñen el mar. Con el paso lento, y los ojos fríos y la boca muda, dejarme llevar; ver cómo se rompen las olas azules contra los granitos y no parpadear; ver cómo las aves rapaces se comen los peces pequeños y no despertar; pensar que pudieran las frágiles barcas hundirse en las aguas y no suspirar; ver que se adelanta, la garganta al aire, el hombre más bello, no desear amar... Perder la mirada, distraídamente, perderla y que nunca la vuelva a encontrar: y, figura erguida, entre cielo y playa, sentirme el olvido perenne del mar. Autor: Alfonsina Storni Voz: yo lírico introspectivo, distanciado emocionalmente. Tono: frío, contemplativo, resignado. Recursos: anáforas (“ver cómo…”), símbolos marinos, sinestesia. Estructura: verso libre dividido en tres secciones. Análisis: expresa la pérdida de emoción ante el mundo, convierte el paisaje en espejo de su entumecimiento emocional. Poema 4 – Balada (Gabriela Mistral) Él pasó con otra; yo le vi pasar. Siempre dulce el viento y el camino en paz. ¡Y estos ojos míseros le vieron pasar! Él va amando a otra por la tierra en flor. Ha abierto el espino; pasa una canción. ¡Y él va amando a otra por la tierra en flor! El besó a la otra a orillas del mar; resbaló en las olas la luna de azahar. ¡Y no untó mi sangre la extensión del mar! El irá con otra por la eternidad. Habrá cielos dulces. (Dios quiera callar.) ¡Y él irá con otra por la eternidad! Autor: Gabriela Mistral Voz: femenina que presencia la traición amorosa. Tono: amargado y resignado. Recursos: repetición (“él va amando a otra”), paralelismo, exclamaciones. Métrica y rima: versos octosílabos con rima consonante en pareados. Análisis: el dolor nace del desamor, potenciado por el contraste del entorno armonioso y el tormento interno. Poema 5 – Elegía (Miguel Hernández) (En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería.) Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento. a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida. Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos. Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta. Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte. Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irán a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero. Autor: Miguel Hernández Voz: yo lírico viudo de la muerte de un amigo cercano. Tono: desgarrado, épico y cuenta con momentos violentos (“hachazo invisible”). Recursos: anáfora, enumeraciones, metáforas fuertes. Métrica: versos endecasílabos de rima libre, con fuerza rítmica cercana al romance. Análisis: el poema es un grito ante la muerte inesperada, donde el cuerpo se convierte en canal de un dolor tan físico que se percibe en cada respiración. Conclusión Estos cinco poemas revelan distintas formas del dolor: el silencio, la pérdida, el desamor, la resignación y la catarsis ante la muerte. Desde la intimidad hasta lo cósmico, la brevedad de cada poema no resta profundidad; al contrario, concentran la emoción en pocas líneas, logrando impacto inmediato. Son textos ideales para quienes buscan expresar su sufrimiento a través de la palabra. Glosario de términos
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